jueves, 12 de diciembre de 2013

Fin de semana en Oslo

Abril 2013
No todos los días se cumple el cuarto de siglo y menos tan lejos de tu tierra, y pocos lugares hay más diferente de la soleada España que Noruega para tal ocasión. Su capital se presenta, como cabía de esperar, fría y lacónica, silenciosa y vacía, fruto quizá de un espacio abundante aprovechado por unos pocos cientos de miles de habitantes. El frío intenso que se cierne en plena primavera hace prever lo duro del invierno por estas latitudes, y el encanto del paisaje circundante no deja en el visitante más que una sensación de profunda necesidad de contemplar algo más. Y es que sabido es que Noruega no es sus ciudades, es su salvaje naturaleza y su belleza especial y única, que esperemos que pronto tengamos la oportunidad de descubrir. Por esto puedo afirmar con certeza que volveremos a vernos.























miércoles, 11 de diciembre de 2013

De vuelta a Barcelona

Marzo 2013
Apenas tres meses después de una breve visita a Barcelona, volvemos a la ciudad con la intención de conocerla mas a fondo, y un concierto de música folk en el Palau parece la mejor excusa para ello. Tres días a través del lado mas vibrante de Barcelona, donde no faltó arte, buen ambiente y, sobre todo, música, envuelto en el carácter desenfadado y cosmopolita al que la capital catalana permanece abierta. 




















Nómadas

Fin de año 2012
La modesta población de Merzouga, en el sudeste marroquí, nos recibe en el mes de diciembre con una calidez inusual para el visitante occidental. Los sentidos se ven sobrepasados por dunas doradas, el cálido sol del día y el espectáculo de luces en el cielo, todo envuelto por el constante dulce aroma del té haciéndose a fuego lento, sin prisas, como sólo en un lugar apartado y solitario como este puede ser, donde el tiempo tal y como lo conocemos carece de sentido y donde una simple conversación con un extranjero desconocido al refugio de una modesta tienda al amparo de la noche proporciona más calor del que en una fría noche en pleno Sahara cabría de esperar.