lunes, 21 de abril de 2014

Madrid

Abril 2014
Más allá del bullicio de sus plazas, del tráfico incesante de sus calles y de los concurridos cafés, Madrid está lleno de vida. El estruendo insoportable de un taladro en Alcalá, los violentos bocinazos en la Gran Vía y el alboroto de los artistas callejeros en Sol parecen ocultar la voz de esta vieja mole que tanto ha visto y tanto tiene que contar. Madrid no olvida su origen humilde, y eso se respira en sus calles. Su esencia castellana pervive en cada adoquín y en cada azulejo que decora sus parques y edificios. De modesta villa a capital de un imperio, como una cenicienta que encontró su zapato de cristal en tiempos de Felipe II, adoptó su papel de reina y soportó el peso de una historia violenta y trágica, como desesperado baluarte de unión de un país donde contentar a todos parece tarea imposible.



























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